Las últimas semanas han dejado en indiscutible evidencia la improvisación del Intendente Guillermo Montenegro que, en su afán por sostener una gestión sin rumbo, elige el camino de la ruptura de pactos democráticos en favor de ciertos intereses.
El avergonzante despliegue oficialista para la cesión de tierras en el predio del Faro de la Memoria por un monto ínfimo develó lo que ya era sabido por muchos: Montenegro no sabe dialogar y tampoco sabe hacer buenos negocios.
En primer lugar, dio luz verde al avance en la explotación del predio de la Ex-ESIM que, además de ser una idea que pisotea la memoria de las víctimas del Terrorismo de Estado, ni siquiera es una idea original.
Alguien debería contarle al Intendente que en los albores de la tumultuosa década del ‘2000, en tiempos en que el entonces Fiscal Montenegro soñaba con ser Juez para luego candidatearse a Intendente de San Isidro, aquí en Mar del Plata los Organismos de Derechos Humanos frenaron el plan para convertir el predio en un parque de diversiones.
En segundo lugar, debemos señalar que la metodología administrativa que eligieron esta vez es de un alarmante grado de amateurismo.
Lo hicieron a través de un pliego que triangula la cesión mediante la Sociedad de Fomento Faro Norte, presidida por Andrea Trueba, una porteña fervorosa hincha de Platense, que fue empleada del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires entre 2015 y 2021.
Sí, aunque parezca inverosímil, la Presidenta de Faro Norte conoció el Faro hace apenas unos años cuando se radicó en Mar del Plata.
El tercer eje de la burda maniobra del gobierno local (con pedigree del PRO pero que ladra como Libertario), tiene que ver con la empresa beneficiaria de esta desprolija intentona público-privada: El Municipio, triangulando con la Sociedad de Fomento, le dará ese predio a Burbarrell S.A.
La empresa, que nació con intención cervecera pero viró hacia la destilería, es propiedad de los primos Matías Iriarte y Franco Regalini, quienes junto a Martín Alonso y al artista plástico Andrés Doussine, fundaron la marca de gin Restinga.
Si el Municipio adujera que cede el predio a una PyME emergente o a un grupo de emprendedores locales, sería hasta más decoroso. Sin embargo, decide dar este «Regalini» a una empresa cuyos dividendos hace tiempo garantizan el bienestar de sus próximas generaciones y que incluso hace poco empezaron a apuntar sus ambiciones hacia Europa.
Por si fuera poco, se trata de empresarios vinculados a la nocturnidad y a algunas de las más rentables fiestas en boliches y balnearios que, a todas luces, no necesitan de ningún apoyo estatal.
En cuarto lugar, debemos hablar de uno de los puntos más alarmantes de este proyecto, que es el canon elegido para «blanquear» administrativamente el negocio: El Municipio le cobrará $250.000 por mes para explotar un predio tan grande como atractivo por su ubicación. Y aquí es donde resulta indispensable hacernos ciertas preguntas:
¿Acaso alguien puede creer que el canon de $250.000 mensuales por un predio costero en el sur de la ciudad está dentro de los precios del mercado inmobiliario actual?
¿No sabe Montenegro que la empresa recuperará ese monto con la venta de apenas 20 botellas de su gin más barato, y con tan solo 6 de sus «botellones de cerámica»?
¿A alguien le parece un buen negocio cobrarle $3.000.000 anuales a Restinga, que representan apenas un porcentaje de la recaudación de entradas de UNA fiesta que organizará Matías Iriarte en su balneario MUTE este verano?
Por todo esto, queremos concluir compartiendo las palabras de nuestra Secretaria General del Sindicato de Prensa de Mar del Plata, Elena Arena, que fue testigo tanto en los Juicios por la Verdad como en los juicios penales, y que también lo será en los previstos para Octubre:
«El predio de la ESIM, donde esta El Faro, como la Base Naval, la Cueva (en el 601), la comisaría Cuarta, y otros tantos, e inclusive algunos que no se han podido demostrar con testigos, son lugares emblemáticos, tristemente célebres, de la represión sufrida durante los años de la última dictadura cívico, militar y eclesiástica».
«Algunos anduvimos por unos u otro lugares, era indistinta y caprichosa la elección, por eso cuando hoy quieren transformar El Faro-ESIM en una destilería y bar de gin con la complicidad del Intendente Montenegro y varios Concejales, parece, como mínimo, una falta de respeto a todas las víctimas y sus familiares, a quienes estuvieron secuestrados allí y a quienes lo fueron en otros lugares clandestinos. Porque no se trata de si en este lugar fue más o menos grave lo que hicieron, sino que está demostrado que pasó y están en nuestra memoria los muertos, los desaparecidos, los torturados y violados, los que sobrevivieron y los que no».
«Todos los años juicios, desde el 2000 con los Juicios por la Verdad y luego del 2006 con los juicios penales, han demostrado que esta historia es una realidad que vivió la sociedad y que no puede taparse hoy tan livianamente en una sesión del Concejo Deliberante y con la lapicera del Intendente».
Sindicato de Prensa de Mar del Plata – 12 de Agosto de 2024